Clear Mint puede ser cualquier cosa, cualquiera menos "menta clara". en realidad puede ser muchas cosas, tantas y muchas de ellas, la mayoría, ajenas a tu conocimiento, que es precisamente en ese arte de la sutil depredación que mentita va ejecutar sobre vos. de mayor a menor, donde es la mejor y poco a poco con delicadicimos modales de asesina serial te va a ir desmenbrando suavemente. descuartizando psicológica y animicamente.
al principio vas a comer chocolate de su boca y al final cualquier cosa dicha por vos la hará frikearse a punto vómito y evadirte ácidamente durante semanas y semanas esquivando cualquier clase de contacto. la lepra de pronto se instaló en ese tu cuerpo que una vez fue materia de delicia y transtorno sensual psicodélico.
habrá mil explicaciones y razones que prestando la debida atención se contradicen y anulan dolorosamente y para cuando su maestría se haya derramado por completo sobre tu desdichado sentimiento ya no sabrás que es real y que es submundo. no sabrás que pasó y que todo lo mejor, lo vivido y por vivir, nunca volverá ni será posible.
esas fotos de las vias del tren que íbamos a sacar desde la terraza de tu departamento en plaza francia, ese restaurante de comida tucumana donde nos prometimos una cena, salir por la noche a intervenir carteles políticos, viajar a la costa, recibir el año nuevo en la playa, la doble penetración con el juguete por delante y mi pija por detrás, el látigo de siete puntas... verte pintar, leer juntos y en silencio, mas largas e insesatas caminatas: nunca mas.
bueno, esa intensidad fue maravillosa. incluso la caida en picada, la montaña rusa del pasamanos de alambre de puas del final, tiene una memorable e irrepetible intensidad propia de las peliculas para llorar de emoción, esas que pocos vimos pero que vimos tan bien y ahora intercambiamos como salvoconductos para entendernos pronto y con cierto estremecimiento.
en toda esta sofisticada soledad.
de última siempre es preferible ser atropellado por un mercedez benz a 180 km que por un delivery de pizza en los suburbios de la muzarrella mas rancia.
de última morir en manos de mentita fue mejor que cantidades de relaciones mediocres y te deja el sabor de haber pisado uno de los grandes escenarios de la tradición romántico criminal. ser parte de un último acto y que la luz del final se apague sobre tu cuerpo desnudo o desierto, casi como inanimado, que en voz baja o en total silencio y secreto tararea para sus adentros una bellísima canción de amor. justo antes de morir.
y volver de nuevo a la vida vacía.